domingo, 20 de octubre de 2019

Mi primera compra de ropa por internet


Dentro de unas semanas tengo una boda. No es una boda por todo lo alto con fiestas que duran tres días, es una celebración en la que estará la familia más cercana y en la que no habrá fiesta posterior a la comida. Y aquí viene el tema en cuestión, ¿Qué vestido me pongo? ¿Cuál será apropiado para la ocasión? Y algo que no se valora en este tipo de eventos en estas fechas ¿Pasaré frio?

Y ante este nuevo reto, supongo que como muchas otras, me pongo a explorar por internet. Pero no para comprar, como estaréis pensando. Dado el poco tiempo del que dispongo por mi trabajo, antes de irme de tiendas, me gusta buscar por internet qué estilo de vestido puede ser el adecuado. Muchas veces, encuentro lo que necesito y me evito ir de tienda en tienda buscando el modelo perfecto. Simplemente, voy y lo compro. 

Po eso, primero suelo mirar en tiendas que sé que tengo tienda física en mi ciudad. Cuando estas tiendas no me ofrecen resultados concluyentes, empiezo a mirar en páginas donde solo venden a través de internet. Y aquí viene mi problema.

¡Qué vestidos más bonitos! Una gran selección de vestidos de fiesta que llevan modelos espectaculares y que, por si no ha quedado claro, les quedan como un guante. 

Hasta ahora, mi manera de actuar al ver los vestidos había sido la de desechar la posibilidad de comprar y buscar por tiendas algo que fuera apropiado aunque no fuera lo que mi mente quería. A veces porque se salía del presupuesto y otras por el hecho de comprar por internet.

Pero esta vez, ha sido diferente. Me enamoré de un vestido. Lo tiene todo, es elegante pero informal, lo puedo llevar en otras ocasiones por lo que no va a ser el típico vestido que vas a tener colgado en el armario esperando una ocasión especial, y el precio era razonable. 

Después de varios días pensando y preguntando a mis compañeras de trabajo qué les parecía, me tiré a la piscina e hice mi primera compra de ropa por internet.
 

Lo peor de estas compras, tener que rellenar larguísimos formularios, en los que lo único que les falta por preguntar es tu nivel de glucosa en sangre. Y si esto no fuera poco, luego me enviaron un cuestionario de mejora de calidad y aunque suelo dejarlo sin contestar, esta vez, creo que debido a la emoción, empecé a contestarlo. Se aprovecharon de mis sentimientos de euforia y casi me dejan sin dormir de lo largo que era.

Una vez superada esta fase, solo queda esperar hasta el día D para recibir ese maravilloso vestido.
Sobre la espera tengo que decir que, aunque no han sido muchos días (lo pedí un lunes y lo recibía un viernes) todas las dudas del mundo flotaban en mi cabeza.

El primero y más obvio era la incertidumbre de haber pedido mi talla correcta. En estas páginas suele estar todo dispuesto con tablas específicas para que solo con medirte puedas pedir tu talla correcta. Pero, ¿Qué pasa cuando estas entre dos tallas? Yo os recomendaría que os fijarais en la prenda que vais a comprar. Me explico. Si de cintura para abajo es falda de vuelo quizás no os tenéis que centrar tanto en que esa medida sea exacta. En este caso, yo me centraría en que la talla de pecho y cintura fuera más acorde a la tabla que nos facilita la marca de ropa. Si la prenda es ajustada de cintura hacia abajo y más amplia de cintura para arriba, nos fijaremos más en que la medida de cintura y caderas sea la más cercana a lo que marca en la tabla.

Las personas somos diferentes y tenemos medidas diferentes por lo que nunca podremos estar dentro de una tabla estandarizada. Solo hay jugar con ella y usar el sentido común.

Otra duda que me llevaba de cabeza era la entrega. Me llegaba un viernes y sabía que no iba a  haber nadie en casa. No soy de pedir mucho por internet pero las pocas veces que he pedido ya he tenido unas cuantas experiencias y en esta ocasión, no sabía cómo lo tramitarían.

Cuando llegó el mensajero, al ver que no había nadie, me llamó. Lo agradecí bastante y le pedí por favor que se lo dejara a mi vecina. Normalmente ella está en casa, pero, o el mensajero decidió solo dejarme el papel o ella en ese momento, es verdad que no estaba en casa. Nunca lo sabré.

Aprovechando la llamada, y siempre previsora, le pregunte que dónde lo llevaban en el caso de que mi vecina no estuviera. Me dio una dirección y me explicó que dejarían una nota para poder recoger el paquete.

Hasta ahí, todo bien. Llegué el viernes, llame al número (un 902) que me indicaban en el papel y me comentan que se pondrán en contacto conmigo para confirmarme donde recoger el paquete. Ese viernes no me llamó nadie y los fines de semana no están abiertos por lo que tuve que esperar al lunes.

Llegó el lunes y a primera hora de la mañana me pongo en contacto con ellos para poder ir a recogerlo ese mismo día. Ya empezamos mal, me vuelven a indicar que dejan la incidencia y que durante la mañana me llaman. Y esta vez es cierto, me llaman pero ha sido una conversación bastante absurda. La persona muy educada me pregunta si había llamado para recoger en oficinas un envío y que en caso afirmativo, se iba a enterar de donde estaba, por lo que me volvería a llamar. Creo que en este aspecto, deberían mejorar, por el cliente y por su productividad. Después de dos llamadas, explicando la incidencia, no debería haber una tercera llamada confirmando lo que solicitaba.

Gracias a un amigo, que fue a recoger el vestido, ya lo tenía en casa. Solo tenía que esperar toda la tarde para llegar y probármelo. ¡Qué tensión! Me mandó una foto y parecía pequeño. No sabía qué pensar. ¿Habré comprado el vestido para mi Barbie? La devolución parecía sencilla, pero no me apetecía tener que hacerla, quería que me valiera y me quedara bien.

Tengo que decir, que el vestido está bien cosido, y es como en la foto. Solo faltaba que yo fuera la modelo de 1.80 porque con mi 1.70 me está un pelín largo. 

La medida de la cintura es un poco engañosa. Este vestido debería haber tomado no tanto la medida de la cintura sino la medida a la altura de la última costilla. Es ahí donde el vestido encaja y a mí por este motivo me queda justito pero nada incómodo.
Sobre mi primera compra por internet decir que ha sido más estresante la entrega que pedirlo. “Asos”, que es la página donde lo compré da muchas facilidades y aunque me gustaría que añadieran alguna pauta más sobre las tallas creo que es relativamente sencillo pedir. Y si no aciertas, las devoluciones son gratuitas así que no perdemos nada. Gracias Asos.

De la boda y los comentarios del vestido, os cotilleo más adelante.

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