domingo, 1 de septiembre de 2019

Julie y Julia, una inspiración.


Ayer por casualidad me decidí a ver esta película. Creo, si no me equivoco, que es de 2009 y está disponible en Netflix, para todo aquel que quiera verla o volver a verla.

Yo era la segunda vez que la veía. La primera pasó un poco por mi vida como un relámpago en una noche lluviosa de verano, pero esta segunda ha sido toda una inspiración.

Por estas cosas, me gusta ver las películas varias veces. En la versión romántica os explicaría que el momento, el lugar y la compañía nos va a dar una perspectiva  diferente de la película y van a aflorar sentimientos y reflexiones que nos cautivarán y seducirán,  pero mi versión es mucho más simple. Mi memoria es a corto plazo o, también llamado, memoria pez. Soy la Dori de buscando a Nemo en lo que se refiere a películas y series. Puedo ver una misma película más de dos veces y seguir emocionándome o asombrándome como la primera vez. Habrá gente que diga que es una virtud y otras un defecto. A mí, me encanta. Puedo ver la misma película con grupos de amigos diferentes sin despeinarme y sin hacer spoiler. 

Para los que no las habéis visto, Julia Child es la creadora, en los años 40-50, de un libro de cocina basado en recetas francesas para mujeres americanas. Y Julie Power es una funcionaria, en el año 2006, que decide hacer un blog recreando las recetas del libro de Julia. Así contando parece aburrido, pero Julie, gracias a Julia, consigue tener un objetivo y conseguir su meta que es ser escritora. En la película vemos el proceso de conseguir lo que quieres. Digamos que podría ser un libro de autoayuda hecho película y quizás una reflexión de lo que el éxito crea en tu círculo más cercano cuando lo consigues. 
 
Pero, volviendo al momento inspiración, os contaré que fue mi momento de ver esta película. Quizás a primera vista digáis, ¿Qué tiene que ver una mujer que escribe sobre recetas con lo que haces tú? Tiene cierto sentido, pero si lo analizáis de una manera más global, las dos hemos decidido empezar un blog, aunque con contenido diferente. Y empezar un blog requiere inspiración, ganas y constancia y estoy segura de que pasaré por todas las fases e incluso más, teniendo en cuenta que es una película y que ya, de por sí, dura dos horas por lo que pasa por bastantes fases.

Y quizás, una de las cosas que más me haya sorprendido, y que la primera vez que la vi no experimenté, es que me sentí muy identificada y os explico por qué. Cuando valoras la posibilidad de escribir un blog, como cuando quieres emprender cualquier tipo de actividad, los miedos y dudas surgen y te preguntas, ¿Seré capaz de ser constante y terminar el proyecto?

Y  por este motivo, y para conseguir mi objetivo, quiero hacer un guiño a esta película. Bueno, en realidad, serían dos. El primero es que me comprometo durante un año, 365 días, a escribir un mínimo de dos artículos por semana. Como siempre estos artículos se moverán en mis “randomizadas”,  cosas que van surgiendo o aconteciendo en mi vida, lo que se diría como: “Un poco de todo”. Por supuesto acepto sugerencias y me encantaría escribir sobre cosas que quisieras saber, pero sin tener que pasar por Google donde leeríais que os morís en tres semanas. Me encanta indagar y aprender y estaré encantada de buscar por vosotros.
Y el segundo me gustaría que fuera un guiño a la comida. Cada vez que sea un artículo alegre y divertido, empezare el texto con: ¡Marchando unas croquetas! El motivo de escoger las croquetas es que me parece una comida global, buenísima y que se puede comer en cualquier ocasión, tanto en un bar de tapeo, como en casa de tus padres ( ¡qué ricas las croquetas de mi madre! ) o en un restaurante de lo más chic con el chef con más estrellas Michelin.

Si es un artículo más serio o melancólico, estoy pensando en ¡Ni una mariscada en mal estado podrá conmigo! (Esta frase tiene historia que os contare más adelante). Este comienzo será para acordarme que de todo se sale y que aunque la historia sea un acontecimiento triste, siempre hay que pensar en recomponerte y seguir adelante.

También existirán artículos sobre mi vida, mis experiencias y mis deseos. Estos artículos serán sobre asuntos de mi historia que jamás he contando y serán secretillos y trucos que iré desvelando con el paso del tiempo. Por eso, el texto comenzara con la frase: “Quiero comprar angulas”.

El mundo de la angula es puro secretismo, tanto, que creo que es uno de los informes confidenciales que se encuentran en las cajas rojas de la Casa de Papel. Hablando en serio, alrededor del mundo de la angula se cierne una niebla espesa que no deja ver ni donde la pescan, ni donde se compra e incluso cuánto vale. De ahí mi entrada a este tipo de textos.

¿Qué os parece mi reto? Para mí supone un gran desafío, pero seguro que va a ser muy divertido.

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